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Encuentra tu propósito

Hemos hablado del poder transformador de la música, así que, si eres músico, acepta tu destino. Recibir ese don con responsabilidad y generosidad puede potenciar tu camino tremendamente. Para esto, nada mejor que descubrir cuál es tu propósito en este mundo; cuál es tu misión contigo y con los demás; en qué usarás este canal de comunicación y qué dejarás cuando te hayas ido. Definir un propósito trascendente pone intención a tus actos y un marco concreto al hecho de que hagas lo que haces. Por supuesto, nosotros debemos estar inmersos en ese propósito, ser parte de él y ser fuertes con él. Es bien importante también que tengas un propósito personal, ya que tú eres la primera persona que debe estar bien para poder servir a los demás. La búsqueda del propósito surge de la conexión con el interior. Hacemos música, primero, como elemento de sanación personal, de catarsis, de exorcismo de nuestros demonios, de necesidad de expresión y disfrute. Cuando en el camino se pierden esos objetivos fundamentales, hay que parar y revisar. Para cumplir propósitos superiores, hay que tener los propios bien atendidos.

Visión y diseño de futuro Colaboración de Ariel Etbul (Argentina, México)

 

Si no tienes claro a dónde vas y cuándo quieres lograrlo, ¿cómo sabrás si llegaste? Para esto creo fundamental que puedas parar tu bote antes de zarpar, con buenas preguntas que te lleven a desarrollar tu visión. Y ¿qué es una visión? Podemos explicarlo de distintas formas, dependiendo del abordaje que queramos darle. Como yo lo utilizo para empoderar a mis clientes es: “Una visión es poner tus sueños en acción”. En vez de solo soñar despierto, convertir eso que dices que quieres en un lugar a donde llegar con todos los detalles, cuanto más detallado te lo plantees, más cosas verás y más acciones necesarias van a aparecer. Desarrollar tu visión de futuro es la diferencia entre preocuparte y ocuparte de tu futuro. Cuando te ocupas de tu futuro, desarrollando y diseñando lo que quieres para ti, las circunstancias (que siempre ocurrirán) serán obstáculos que sortear y a veces oportunidades para aprovechar. Tú eres 100 % responsable de lo que suceda. A partir de tener tu visión clara y detallada y haberla declarado al mundo (con esto digo: a ti en voz alta y a las personas que quieres que te acompañen en este viaje), viene un momento de trabajo, acciones y compromiso. Siempre vas a estar comprometido con algo, solo que no siempre con lo que dices que quieres conseguir. Cuando logres estar 100 % comprometido con tu visión y te empieces a planear el cómo, lo importante es estar alerta de que todas tus acciones estén alineadas realmente con el qué, de modo que todo tu compromiso, tu energía y tus recursos apunten al mismo lugar. La visión es un espacio emocional y de compromiso que existe solo porque tú lo declaraste en el lenguaje, o sea que oficialmente existe porque tú lo quieres o quieres que ocurra. Claro que despiertas una mañana y piensas: “Qué flojera, hoy no tengo ganas de hacer esto” o “Como llueve y hace frío, mejor no voy a esa cita o no hago tal cosa”. Y así tu visión se aleja unos puntos. Entonces, ¿qué hacer?, ¿qué alarmas puedes inventarte para que cuando lleguen esos momentos te des cuenta de que te estás desnorteando y boicoteando? Tienes que buscar lo que a ti te funciona. Por ejemplo, a algunos les funciona ponerse una nota pegada en el espejo, de forma que a diario, al lavarse los dientes y la cara, es lo primero que ven. Otro tema a destacar es que no podemos hacer proyectos ni visiones solos. Siempre, de una forma u otra, necesitamos que otros nos acompañen en este viaje, como socios, colaboradores. Al tener una visión de futuro muy clara y un estado emocional (otra característica de quien está 100 % comprometido con su visión) que contagia, te será mucho más fácil involucrar a esas personas que sean importantes para ti en el camino. En conclusión, una visión de futuro te permite saber claramente qué quieres conseguir, cuándo va a ocurrir, quiénes te acompañarán, cómo y cuándo vas a medir el avance del proyecto. Te permite enfocar tus esfuerzos y recursos en acciones que realmente estén alineadas con el objetivo. Escribir la misión y la visión Escribir la misión y la visión es una herramienta que se usa en el ámbito empresarial, pero es un buen ejercicio aplicarlo en un proyecto musical, porque ayuda a orientar la estrategia y las acciones en una dirección. La misión está estrechamente vinculada al propósito e indica qué es lo que haces para cumplirlo, a quién beneficias y cómo lo haces. La visión, por su parte, es una mirada retrospectiva en el futuro de cómo te percibes (en caso de cumplir exitosamente con tu misión) y cómo eres recordado. Ayuda a elevarte. Esta técnica la puedes utilizar para ti mismo desde una mirada tanto personal como profesional. Y si la utilizas en función de lo que harás por los demás, verás cómo se pone bueno, porque eso regresa con creces.

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