En nuestro camino por la música tenemos muchas ilusiones.
Estamos esperando a que aparezca ese “caza talentos” que nos proyecte, nos
hacemos fantasías de tocar en festivales por todo el mundo, saliendo en la
televisión y los medios. Siendo “famosos” o al menos relevantes.
Varias veces he recibido mensajes de músicos que buscan a
alguien que “los maneje” que lo lleve a un siguiente nivel, sin siquiera tener
un trabajo de desarrollo previo. Depositan sus expectativas en otros.
Muchas veces pensamos: “lo que yo hago es genial”, “Todos
deberían oír lo que hago”, “Un día alguien me va a descubrir” , “merezco
triunfar”, y muchas cosas así. Pero las cosas no suceden de esa manera.
La industria te preguntará “¿Cuántas escuchas mensuales tenés en
Spotify?” “¿Dónde has tocado?” “¿Con quién trabajas?” y sí, la realidad es que
la industria se fijará en vos si ya hiciste tu propio trabajo, y algo muy
importante, si tenés buenas referencias de gente de la propia industria.
También, me ha tocado ver a músicos que buscan hacer lo que
“está funcionando en el momento” para poder insertarse en la industria. Y eso tampoco
funciona.
Enfócate en vivir la música como un camino personal, como un
proceso permanente. Concéntrate en encontrar tu razón de ser creador y en ser fiel
a tus creencias y principios. En base a eso, construye tu propio universo que
comienza en tu interior, sigue con tu creación y continúa con tus fans.
Tu universo está compuesto de sensaciones, valores, creencias,
estímulos y no es igual a ningún otro universo.
Busca la diferenciación. Se fiel a tus instintos y se auténtico,
auténtica. Transferí todo eso a tu creación y a tu comunicación, entonces
comenzarás a crecer. Siempre desde dentro hacia afuera. Cuando estés pronto o
pronta, la industria llegará a vos y quizás ni la necesites.